El Gobierno de Javier Milei puso en duda que se hubiera producido una intentona golpista y acusó a Luis Arce de mentir.

El Gobierno de Venezuela rechazó este lunes lo que calificó como «repugnante comunicado» del presidente de Argentina, Javier Milei, en el cual se puso en entredicho que los hechos de la semana pasada en Bolivia hubiesen sido parte de una intentona golpista abortada.

Un comunnicado de la «Oficina del Presidente» argentino daba cuenta el domingo de lo que Buenos Aires denominó la «falsa denuncia de golpe de Estado realizada por el Gobierno de Bolivia» el pasado miércoles.

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En respuesta, Caracas, también a través de un comunicado, acusó al mandatario argentino de alimentar «una narrativa creada por la derecha latinoamericana, que intenta lavarle la cara a los criminales que trataron de derrocar al legítimo presidente (boliviano) Luis Arce».

La nota venezolana sobre Milei, a quien calificó como un «oscuro personaje de corte neonazi», abunda en que el mismo es «usado como peón de macabros intereses que tratan de imponer el fascismo como una tendencia política» en Latinoamérica.

En ese sentido, puntualiza que «Venezuela reitera el llamado a condenar este y cualquier otro intento de golpe de Estado en nuestra América Latina, tal como fue realizado de manera unánime por los países suramericanos, incluyendo, por cierto, a la propia Argentina, hecho que lamentablemente es desconocido por quien dice gobernar este país».

La respuesta venezolana, país que desde el primer momento condenó la intentona golpista del pasado miércoles en Bolivia, nación con la cual comparte la Alianza Bolivariana para los pueblos de América, llegó luego de que este domingo, la Presidencia argentina dijera que «el relato difundido» en Bolivia «era poco creíble y los argumentos no encajaban con el contexto socio político del país latinoamericano».

De esta manera, el Gobierno de Milei no solo se hace eco de la posición de la derecha boliviana, sino de lo que llegó a decir el propio expresidente Evo Morales, quien había condenado con vehemencia el golpe de Estado fallido, pero el domingo admitió que «está confundido» respecto a la asonada y, pese a ello, culpó a Arce de haber cometido un autogolpe.

El 26 de junio, Bolivia fue sacudida por una intentona golpista perpetrada por un grupo de altos mandos militares ue buscaban derrocar al gobierno del presidente Arce. Los conspiradores intentaron tomar el control de varias instalaciones clave en La Paz, incluida la sede del Gobierno y medios de comunicación.

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